¡¡¡ POR FIN !!!

Con todas las ganas y dudas que tenía en mi mente al ver que no aparecían en taquilla los boletos de J.Tull, decidí ir a Monterrey para darle baje al ex sr. del mal con uno de sus boletos, los cuales ya tiene en su poder. Obviamente con las reservas que podría encontrar en el camino (nunca se sabe), pero ese no es el punto.
El hecho es que el fin de semana fuí con toda mi familia al Auditorio Nacional a ver "Nemo sobre hielo", que ha decir verdad estuvo aceptable, pero ese, tampoco es el punto.
Nunca pense que la calentura podría llegar tan lejos, pero en este caso así fue. Me acerqué a la taquilla a preguntar, nada más, a ver si de pura suerte, lograba saber algo del concierto.

Un amablilisisisimo operador, me comento:
- Sí, ya tenemos los boletos para el concierto de Jethro.

En ese momento la adrenalina comenzó a invadir mi cuerpo, un nerviosismo impresionante, después de haberlos buscado casi 1 mes, al fin, ya estaban a la venta.

- Woooowwwww, bieeeeen.
Le dije.
- Dame dos por favor.
Ni siquiera pregunte el precio, solo dije "dame dos".

- Claro que si.
Contesto
- En que lugar los quieres?.

- El más cercano que tengas.

- Solo me quedan 2 boletos en la fila 3 y están........... al centro.

No se pueden imaginar, como en ese momento, sentí que se me aflojaba tooooooooodo.
Por fin, Jethro, el grupo que más me gusta, el que más he seguido, del que nunca me he perdido un concierto en México, del que tengo todos los discos, del que más he admirado su música, estaba ahí.... listo para mí.... en la tercera fila y por si esto fuera poco.... al centro del auditorio, era mi momento, era mi día de suerte.... era MÍO.
Sin embargo, toda esa felicidad se convirtió en una tormenta de relampagos cayendo sobre mi.

- Si!, damelos, dame esos dos boletos !!!!.
Le dije.
De pronto, la cordura cayo en mi cerebro, pero sin bajar el tono de mi animosidad le pregunte:

-Cuanto cuestan?

- Mil quinientos.
Me contesto haciendo una cara de dolor, la cual tardaré un tiempo en olvidar.
Derepente, me dió un calambre en la nalga derecha, que es donde uso la cartera........ después de pensar solo una microdecima de segundo en los problemas en los que me metería con Mimu y con la chequera por esos tres mil pesos,,,,,,,,, una pequeña voz en mi mente me dijo:

El dinero es para eso, para disfrutarse, no importa como lo vas a pagar, ya se te ocurrirá algo, es Jethro Tull, EL GRUPO, MI GRUPO.
No me impoto más nada, esa pequeña voz me convenció.
- Si, damelos, damelos, damelos !!!!!!!.

El amabilisisisismo operador, en ese momento me comento:
-Claro que sí, me permite su tarjeta BANAMEX?.

Una reverenda y silenciosa mentada de madre cruzo por mi mente con una dedicación especial al ya no tan amable operador, que en ese momento, se había convertido en el peor de mis enemigos, simple y llanamente porque yo...... no tengo ¡esa pinche tarjeta!.

- Estamos en preventa y solo aceptamos tarjetas BANAMEX.
Me comentó.

En ese momento, corrí hacia la familia pidiendo a gritos una pinche tarjeta Banamex..........
Le pregunte a mi mujer si traía la suya, y la respuesta fue..... no.
Le pregunte a mi cuñado el italiano, y la respuesta fué..... no.
Toda mi vida estaba pasando frente a mis ojos, esos maravillosos lugares, se me escurrían como agua de entre las manos.
Pero de pronto, mi otro cuñado, del que todavía no les platico, me dijo "Toma la mía".
En ese momento una luz iluminó el cielo, bajaron las estrellas y las pude tocar una a una, por fin, tenía la mendiga tarjeta Banamex en mis manos.
Paso seguido corrí junto con mi cuñao a por los boletos, en ese momento además de J.Tull, ya tenía otro héroe.

Llegamos a la taquilla y le dije una vez más al wey de la taquilla:
- Dame los boletos para Tull.
Para entonces, el pobre individuo ya no era mas mi enemigo.

- Serían mil quinientos pesos.
Me contesto, entregandome los dos boletos.

-A chinga.
Le contesté, fijandome que el precio de los boletos era de 750 pesos cada uno.

En ese instante, presencié la transformación de ese hombre que apenas lo había conocido en la persona más honorable del planeta, si....... el amabilisisisisimo operador de la taquilla.
Finalmente, la moraleja de esta historia, se puede resumir en dos puntos principales:

1. Nunca le mientes la madre a un operador de taquilla hasta que todo haya pasado y hayas acabado con todos los recursos.
2. Nunca..... pero nunca pienses que no puedes darle las gracias a una caricatura como yo la haré en esta ocasión.

¡ Gracias NEMO !.